APOTEÓSICA. Si tuviese que describir la boda de Ana y Jorge con una palabra, sería esa. No sé si podré haceros llegar con palabras el fiestón que vivimos desde el minuto uno con unos novios entregados a disfrutar de un día que difícilmente olvidaremos todos los que estuvimos presentes.
Todo comenzó ya en la ceremonia celebrada bajo los arcos árabes de Finca La Tosca donde un Jorge pletórico esperaba, tras su triunfal entrada, a la que seguiría siendo, ahora ya de manera más formal, la compañera de sus infinitos viajes juntos.
Ana llegó unos minutos después acompañada por su padre de la manera más original: en una vespa roja.
Una vez en el altar, tomaron voz Juanma y Laura, grandes amigos de la pareja que se encargaron de dar paso a más amigos y familiares para que todos los que quieren a Ana y Jorge, dejaran constancia de cuánto.
Juani, hermano de Jorge, agradeció a todos la presencia en este día tan especial, pero sobre todo a sus padres y a su hermano del que destaca su humildad, honradez y capacidad para todo lo que se propone. Es el mejor hermano, el mejor amigo y será el mejor marido.
Después llegó el turno de Juanjo, hermano de Ana, que dejó patente el amor que han tenido entre hermanos desde que eran pequeños y a pesar de que la vida les ha tenido separados en ocasiones, siempre han estado ahí el uno para el otro. Está orgullosísimo de ella por haber cumplido sus sueños, continuar la saga de su padre y salvar cualquier obstáculo con la paciencia que él no tiene por el gen del abuelo y que gracias a ella está aprendiendo. Entre risas les pidió hacerle pronto tito.
A continuación tomaron la palabra los amigos.
Manolo, amigo de Jorge desde el colegio, no sabe en qué momento decidió que era su mejor amigo. Los noviecitos, como los llamaban, formaron pareja de balonmano. Y ahora, se alegra infinitamente de la pareja que forma con Ana, ya que no hay más que verlos, para saber que son la pareja perfecta.
Tamara y Lorena, amigas de Ana le dieron las gracias por estar ahí siempre, por compartir momentos tan especiales como ser la segunda en ver la cara y dar la mano de la bebé de una de ellas, por estar presente cuando estaban rotas, por ser la paz y la locura junto a ellas y dejarles formar parte de su vida y verla crecer y convertirse en una mujer fuerte y capaz. Y, refiriéndose a Jorge, por hacer brillar a Ana y hacer el mejor equipo con ella. Ojito Jorge que ¡te has llevado a su persona favorita!
La risa llegó con el gallego que Jorge conoció en la universidad en Pamplona hace catorce años y con sus anécdotas sobre biología y la época universitaria. Grandes vivencias como cuando hicieron un Jorge Arrocha a tamaño real con almohadas y vestido con su ropa. Fue y es el mejor amigo que se puede tener. Le ha hecho mejor persona y les desea todo lo mejor. Y si Ana se enfada alguna vez con Jorge, le deja el Arrocha de peluche para que se desahogue con él.
Con Alejandro y Jose, con los que han gastado tres vidas, sacaron a relucir lo espectacular que estaba Ana y recordaron que una vez una vidente le dijo a la madre de la novia que Ana encontraría a su alma gemela al final del camino en el trabajo, y, aunque ninguno decidió ir por la vía más rápida, ahora ocupan la pole position de las parejas.
Lecturas sorpresas también tuvieron lugar en una ceremonia que puso de relieve los novios tan especiales que teníamos entre manos.
Siempre ejemplo de buen rollo, increíbles compañeros de viajes y el mejor puzzle de dos piezas.
Llegó el turno de los votos entre Jorge y Ana, el intercambio de los anillos y el esperado beso entre los ya marido y mujer.
Para terminar, y antes de las firmas, Juanma, quiso salir de su papel como oficiante de ceremonias y agradecer como amigo a los padres de las criaturas y familia. Además hizo reír a todos de nuevo contando los principios inquebrantables de no casarse, los cinco segundos de ser vegana de Ana o la negación de no gustarse mutuamente antes de caer rendidos al amor en mayúsculas.
Amor que todos sus amigos compartían por ellos y es que con los primeros acordes y ese “hay algo que me gusta de ti”… los recién casados no sabían por dónde les habían rodeado todos bailando un flashmob sorpresa que acabó en abrazos, saltos, risas, piñas de peluche cayendo desde el aire y felicidad a raudales que se escapaba por los poros.
La misma felicidad y ganas, que presagiaban el fiestazo, con la que entraron los novios al banquete después del cóctel, con bengalas de humo de colores, con todos los amigos “on fire” incluido el abuelo de Ana a quien Jorge cogió en volandas.
Momentos especiales se sucedieron durante toda la cena, con entregas de ramos a los abuelos, a las madres, regalos a las amigas, más bailes y la entrega del ramo de la novia a una de las mejores amigas de Ana.
Y momentazos en la barra libre apoteósica que comenzó después del maravilloso baile de novios y padrino con un festival a medida que Quique había preparado con muchísimo cariño como el genial dj para bodas en Málaga que es, con mashups en directo, sesiones y mezclas especiales y la mejor música para bodas con la que los invitados lo dieron todo cantando a las piñas de peluche, con Juanma bailando un “single ladies” espectacular, con los amigos de Oviedo y la universidad a lo Tacatabro y con Ana y Jorge buscándose en cada canción, demostrando que bailar, reír y cantar con todos tus amigos sin dejar la pista de baile, dejará recuerdos imborrables de un día que no tuvo fín.
Muchísimas gracias chuche y Ana por habernos dejado formar parte de un día tan especial para vosotros y entrar en nuestras vidas para dejar huella como parte de uno más de vuestros viajes. ¡Os queremos!
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